Una cantante venezolana y un pianista poblano conquistan con su actuación.
El jueves por la noche se estrenó en el
Centro Cultural Olimpo un proyecto de ópera de cámara que confirmó que ese
género artístico tiene público en esta capital, se llenaron los 80 espacios
disponibles para ese espectáculo.
A diferencia de otras presentaciones de ese
tipo que hemos visto en esta ciudad bajo ese formato, esta vez no se recurrió a
las conocidas, populares arias que siempre atraerán a sus seguidores y
agradarán a los nuevos públicos que tienen contacto por primera vez con esa
expresión artística.
Los artistas que se presentaron esa noche, la
cantante venezolana María Eugenia Guerrero Rada y el panista poblano Carlos
Camacho, eligieron obras de Richard Wagner para esa función, a la cual
denominaron Laberinto Wagner. El trabajo de ambos se reforzó con un diseño
multimedia (efectos sonoros y visuales) del cineasta Buru Torres.
El espectáculo se realizó en el patio central
del Olimpo, el cual fue cubierto con mantas negras y blancas para formar el
escenario en el cual se movieron la mezzosoprano extranjera y las luces,
figuras, frases explicativas y traducciones utilizadas en la proyección para
aumentar el atractivo de las obras expuestas. El público ocupó un graderío dentro de la escena, acercándolo más al espectáculo, internándolo en
él.
El repertorio constó de cinco piezas surgidas
del romance que el músico germano, quien estaba casado, tuvo con Mathilde
Wesendedonck, la esposa de un banquero que dio asilo al artista cuando este
tuvo que exiliarse por asuntos políticos. Mathilde, quien escribía poesía, fue
la musa que indujo a Wagner a dejar los seis años alejados de la creación
musical que se impuso a raíz del fracaso de una de sus obras. Mathilde escribió
cinco poemas que Wagner musicalizó.
En ese tiempo el maestro alemán también
compuso la ópera Tristán e Isolda, cuya aria, "La muerte de amor", también fue
interpretada por la cantante venezolana y el panista poblano.
María Eugenia Guerrero está empeñada en aumentar
el gusto por la ópera en esta tierra. Quizá por ello en la presentación del
jueves se esmeró por lograr una ejecución limpia, presumiendo los matices de su
voz, y transmitiendo a los privilegiados oyentes la poesía y pasión de las
piezas presentadas.
Al éxito de ese propósito contribuyó Carlos Camacho,
cumpliendo con igual sensibilidad las exigencias de las partituras wagnerianas.
Este espectáculo es gratuito, se presentó
este jueves 1 y viernes 2, y se repetirá la próxima semana, los días jueves 8 y
viernes 9 de este mes. Es organizado por la Dirección de Cultura del
Ayuntamiento, al cual hubiéramos agradecido que elaborara programas de mano que
permitieran a los asistentes un rápido acercamiento previo a la ópera
wagneriana, lo cual es necesario para disfrutar más de esas presentaciones. (Mérida
Cultura).
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