lunes, 5 de mayo de 2014

Concierto de 24 cuerdas




El grupo Tempo Primo ofreció un concierto con temas clásicos.


Hubo un tiempo en que se decía que en cada hogar yucateco había una guitarra. Eso reflejaba la inclinación local a ese instrumento ligado a la trova vernácula. Pero esa preferencia no iba más allá, no se reflejaba en el surgimiento de ejecutantes de ese instrumento que quisieran incursionar en la música clásica.


Hoy día eso está cambiando. Entre los jóvenes surgen quienes se inclinan hacia las interpretaciones de guitarra clásica. Y lo están haciendo bien. El mejor ejemplo de ello es Cecilio Perera, uno de los guitarristas reconocidos del país cuyos atributos le merecieron ya varios premios internacionales.

El domingo pasado observamos en el Centro Cultural Olimpo la actuación de cuatro artistas de ese instrumento, todos ellos muchachos en proceso de formación en el campo de los conciertos guitarrísticos.

El grupo se llama Tempo Primo, es dirigido por Yohualli Rosas Pineda, un joven con alto dominio de las seis cuerdas y la sensibilidad para extraerles la emotiva musicalidad que aquellas deben expresar. Así lo mostró en el último de los números que presentaron en el breve programa montado para esa noche.

Otro de los integrantes es una mujer, Martha Nava, quien presumió soltura en la digitalización. A simple vista se descubre que estudia y practica mucho. 

Completan el grupo Arturo Hernández y Francisco Porras, ejecutantes con el aplomo que se consigue en horas de análisis de las obras, su aprendizaje y ensayos para cumplir con los requerimientos técnicos de cada pieza.


A diferencia de lo que opinen otros de los que asistieron a esa presentación, consideramos que Tempo Primo eligió un repertorio muy académico, no se salieron de la rigidez de lo clásico, rubro donde hay autores de conciertos para guitarra que no son muy conocidos por el público y esto dificulta disfrutar más el espectáculo.

Una persona del público comentó que, al escuchar los acordes iniciales de la primera pieza pensó que los muchachos estaban apenas afinando los instrumentos. El programa hubiera sido más ameno con la inclusión de alguna pieza clásica más conocida o bien canciones populares arregladas para ese instrumento.   

En ese concierto los muchachos estrenaron la obra “Danza de la curación”, realizada por el compositor mexicano Juan Luis de Pablo Enríquez, quien estuvo presente en la sala y grabó y filmó la actuación de los guitarristas. Incluso los jóvenes repitieron esa pieza como regalo para el público.

Las otras interpretaciones fueron “Paisaje cubano con rumba”, del compositor caribeño Leo Brouwer; un concierto para guitarra del brasileño Heitor Villalobos, y un arreglo para guitarras que los muchachos realizaron sobre la obra “Sinfonía simple”, del pianista británico Benjamín Britten.

El grupo Tempo Primo es de reciente creación, aunque anteriormente sus integrantes ya habían intentado formar ese equipo de guitarras. Ahora, con apoyo de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento, realizaron la presentación del domingo pasado, la cual repetirán en el Macay (24 de este mes), la Pinacoteca Juan Gamboa y el Palacio Cantón (19 y 26 de junio). Mérida Cultura.

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