El grupo Tempo Primo ofreció un concierto con temas clásicos.
Hubo un tiempo en que se decía que en cada
hogar yucateco había una guitarra. Eso reflejaba la inclinación local a ese
instrumento ligado a la trova vernácula. Pero esa preferencia no iba más allá,
no se reflejaba en el surgimiento de ejecutantes de ese instrumento que
quisieran incursionar en la música clásica.
Hoy día eso está cambiando. Entre los jóvenes
surgen quienes se inclinan hacia las interpretaciones de guitarra clásica. Y lo
están haciendo bien. El mejor ejemplo de ello es Cecilio Perera, uno de los
guitarristas reconocidos del país cuyos atributos le merecieron ya varios
premios internacionales.
El domingo pasado observamos en el Centro
Cultural Olimpo la actuación de cuatro artistas de ese instrumento, todos ellos
muchachos en proceso de formación en el campo de los conciertos guitarrísticos.
El grupo se llama Tempo Primo, es dirigido
por Yohualli Rosas Pineda, un joven con alto dominio de las seis cuerdas y la
sensibilidad para extraerles la emotiva musicalidad que aquellas deben expresar.
Así lo mostró en el último de los números que presentaron en el breve programa montado
para esa noche.
Otro de los integrantes es una
mujer, Martha Nava, quien presumió soltura en la digitalización. A simple vista
se descubre que estudia y practica mucho.
Completan el grupo Arturo Hernández y
Francisco Porras, ejecutantes con el aplomo que se consigue en horas de análisis
de las obras, su aprendizaje y ensayos para cumplir con los requerimientos técnicos
de cada pieza.
A diferencia de lo que opinen otros de los
que asistieron a esa presentación, consideramos que Tempo Primo eligió un repertorio
muy académico, no se salieron de la rigidez de lo clásico, rubro donde hay autores de
conciertos para guitarra que no son muy conocidos por el público y esto
dificulta disfrutar más el espectáculo.
Una persona del público comentó que, al
escuchar los acordes iniciales de la primera pieza pensó que los muchachos
estaban apenas afinando los instrumentos. El programa hubiera sido más ameno con
la inclusión de alguna pieza clásica más conocida o bien canciones populares arregladas para ese
instrumento.
En ese concierto los muchachos estrenaron la
obra “Danza de la curación”, realizada por el compositor mexicano Juan Luis de
Pablo Enríquez, quien estuvo presente en la sala y grabó y filmó la actuación
de los guitarristas. Incluso los jóvenes repitieron esa pieza como regalo para
el público.
Las otras interpretaciones fueron “Paisaje
cubano con rumba”, del compositor caribeño Leo Brouwer; un concierto para
guitarra del brasileño Heitor Villalobos, y un arreglo para guitarras que los muchachos
realizaron sobre la obra “Sinfonía simple”, del pianista británico Benjamín
Britten.
El grupo Tempo Primo es de reciente creación,
aunque anteriormente sus integrantes ya habían intentado formar ese equipo de
guitarras. Ahora, con apoyo de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento,
realizaron la presentación del domingo pasado, la cual repetirán en el Macay (24
de este mes), la Pinacoteca Juan Gamboa y el Palacio Cantón (19 y 26 de junio).
Mérida Cultura.
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