domingo, 12 de abril de 2015

Los años pasan, el talento permanece






El Ballet Folklórico del Estado comenzó con aplausos la celebración de sus 45 años de fundado.


Las vistosas y alegres expresiones de la danza y música tradicionales de Veracruz fueron elegidas por el Ballet Folklórico “Alfredo Cortés Aguilar” para iniciar los festejos de casi medio siglo de fundación, en los que, gracias a su calidad, consiguió llevar su nombre a distintos puntos del país y del extranjero.

Esa celebración comenzó ayer sábado por la noche en el teatro Armando Manzanero, donde reunió a 24 ex integrantes de esa agrupación para ofrecer el espectáculo “Marea nocturna”, una composición de coreografías de hora y media de duración que incluyeron danzones y una pieza de fandango –acompañado de tambor y cajón español- para mostrar la simbiosis e influencia del baile español en las tradiciones autóctonas.

Esa presentación incluyó la participación de la Banda de Música del Estado, una estrategia atinada porque su actuación elevó la positiva impresión que se llevó el público, el cual ocupó todos los asientos.

Para esta primera actuación de aniversario –la segunda será este domingo, con estampas jaliscienses–  el actual director de esa compañía, Raúl Castillo Alfaro, reunió a 24 bailarines que en distintas épocas formaron parte de su elenco.
Parte de ellos ya son abuelos, de modo que sus ejecuciones no tienen el brío poderoso de los danzantes jóvenes, algo que caracteriza a las ejecuciones jarochas.

Sin embargo tienen la ventaja de la experiencia, el conocimiento de la técnica y el equilibrio de movimiento . Este cuerpo de baile mostró en general que conserva el ritmo, la habilidad del paso, el sentido coreográfico grupal, el faldeo correcto y la forma como se ejecutan el zapateo de un huapango veracruzano y la elegancia de un sensual danzón.

El espectáculo, antecedido por una ceremonia conmemorativa, comenzó con una representación del mar veracruzano: con sus trajes de abundante organza blanca,  giros y elevación de los olanes, las danzantes semejaron las espumosas olas rompiendo en la playa.
 
Ese fue el punto de partida para seguir después con “La Bruja”, una de las más bellas y clásicas danzas veracruzanas, y después continuar con el resto del repertorio que incluyó melodías de Agustín Lara y el famosísimo danzón Nereidas.

En el acto oficial conmemorativo se recordó que si bien esa agrupación dancística lleva el nombre de su primer coreógrafo y fundador, se recordó que el nacimiento de ese proyecto también se debe a Luis Pérez Sabido, quien asistió a esa presentación.

Hay que decir que este espectáculo fue también un encuentro en el escenario de antiguos compañeros de baile. Congregar a esos antiguos ejecutantes, dispersos por ocupaciones y profesiones distintas y ponerlos de nuevo a ensayar fue otro logro de los organizadores. A estos bailarines se les vio radiantes en las tablas, el alma les rebosó con el color y la emotividad que proporcionan las danzas mexicanas bien ejecutadas. (Mérida Cultura).