María Teresa Mezquita Méndez y Russell Montañez. |
Russell Montañez y Teté Mezquita en interesante
espectáculo.
Entusiasta buscador de cosas
nuevas el maestro Russell Montañez Coronado dirigió ahora la nave de la Orquesta
de Cámara de Mérida hacia un proyecto literario-musical que atracó suavemente
en una playa donde los textos de Neruda, Rosario Sansores, Nicolás Guillén y
otros autores hispanoamericanos más fueron bañados por el pentagrama de músicos
igual de importantes, entre ellos Blas Galindo y Silvestre Revueltas.
En una de las ejecuciones participaron cuatro jóvenes del Ensamble de Percusiones de Mérida, una nueva agrupación artística que nace a instancias del director de orquesta ya mencionado y bajo la coordinación artística de Tanya Estrada.
La plataforma musical de ese
espectáculo estuvo formada por “Poema de
Neruda”, del compositor Blas Galindo, quien se inspiró
en uno de los trabajos del escritor chileno. Por ello, la pieza busca replicar
la sonoridad envuelta en el poema. La segunda pieza fue un sentimental vals
titulado “El sueño que pasa”, cuyo
autor es Amíllcar Cetina Gutiérrez pero
que esta vez fue adaptada por Russell Montañez a fin de resaltar elementos de la
melodía mediante un solista: el violín de Mauricio Velázquez Ávila. La partitura
original es para piano.
El programa siguió con un danzón: “Melancolía”, escrito por Arturo Fonseca Miguel, quien lo elaboró especialmente para ser interpretado por conjuntos de cuerdas. A continuación vino la danza mestiza “Huitzilopochtli”, cuyo autor es Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, profesor de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. El último número fue “Sensemayá”, de Silvestre Revueltas, quien con esa obra musicalizó el poema del mismo nombre hecho por Nicolás Guillén. Se explicó que la versión interpretada por la orquesta es un arreglo elaborado por Russell Montañez y Yukiku Nishimura.
Debido a que en esa pieza se recurre mucho a las percusiones, esta parte de la tarea quedó en manos de la nueva agrupación juvenil ya citada.
Los poemas y textos leído por la maestra Mézquita Méndez son, en ese orden, Poema No. 15, de Pablo Neruda; Mi casa VII, de Fernando Espejo;, Filosofía, Cansancio y un fragmento de Diez años de juventud, de Rosario Sansores; Carta a Huitzilopochtli, de Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, y, finalmente, Sensemayá, de Nicolás Guillén.
Esa última poesía del literato, periodista y
activista político cubano causó singular emoción en una persona del público
que, al parecer, es originaria de la isla antillana. Al terminar los aplausos
que premiaron la actuación de los artistas, ella se puso de pie para agradecer
la lectura de Sensemayá, pues “refleja el dolor de Cuba”.
Un lunar en ese espectáculo fue el programa de mano. Fue muy pequeño y mal elaborado, no distinguió bien entre los repertorios literario y musical.
Vista del espectáculo presentado en el Olimpo. |
Con el nombre de “Entre Letras y Notas” los integrantes de ese conjunto orquestal unieron el sonido de sus cuerdas a la voz de la periodista, catedrática y escritora María Teresa Mézquita Méndez, en un espectáculo ofrecido la noche del sábado 22 en el Centro Cultural Olimpo, en el marco del Mes de la Patria. Esa presentación es parte de la Segunda Temporada Olimpo Cultura que realiza el Ayuntamiento.
Russell Montañez, en una de las cinco piezas ejecutadas. |
El programa consistió en cinco números musicales antecedidos por la lectura de poemas y otros textos literario. Lo primero corrió por cuenta de la orquesta dirigida por Montañez Coronado, y lo segundo fue tarea de Teté Mézquita, a quien ya vimos realizar con igual éxito tareas semejantes.
En una de las ejecuciones participaron cuatro jóvenes del Ensamble de Percusiones de Mérida, una nueva agrupación artística que nace a instancias del director de orquesta ya mencionado y bajo la coordinación artística de Tanya Estrada.
La maestra Mezquita Méndez, en la lectura de poesías y otros textos literarios. |
El nuevo Ensamble de Percusiones de Mérida debutó en ese espectáculo literario musical. |
El programa siguió con un danzón: “Melancolía”, escrito por Arturo Fonseca Miguel, quien lo elaboró especialmente para ser interpretado por conjuntos de cuerdas. A continuación vino la danza mestiza “Huitzilopochtli”, cuyo autor es Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, profesor de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. El último número fue “Sensemayá”, de Silvestre Revueltas, quien con esa obra musicalizó el poema del mismo nombre hecho por Nicolás Guillén. Se explicó que la versión interpretada por la orquesta es un arreglo elaborado por Russell Montañez y Yukiku Nishimura.
Debido a que en esa pieza se recurre mucho a las percusiones, esta parte de la tarea quedó en manos de la nueva agrupación juvenil ya citada.
Parte de los integrantes de la Orquesta de Cámara de Mérida |
Los poemas y textos leído por la maestra Mézquita Méndez son, en ese orden, Poema No. 15, de Pablo Neruda; Mi casa VII, de Fernando Espejo;, Filosofía, Cansancio y un fragmento de Diez años de juventud, de Rosario Sansores; Carta a Huitzilopochtli, de Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, y, finalmente, Sensemayá, de Nicolás Guillén.
Al final del espectáculo el Director de Cultura, Irving Berlín, acudió a felicitar a los músicos y su director. |
Un lunar en ese espectáculo fue el programa de mano. Fue muy pequeño y mal elaborado, no distinguió bien entre los repertorios literario y musical.
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