miércoles, 25 de diciembre de 2013

EL TROVADOR. ¿OFICIO EN EXTINCIÓN?


Decae la costumbre de llevar serenata, los tríos pasan por problemas.

El oficio de trovador yucateco se mantiene como una costumbre típica local pero está amenazado por  circunstancias que afectan a los  músicos que forman los tríos a cargo de las serenatas y otras actuaciones en las que ellos son solicitados.

Un sondeo realizado al respecto  corroboró el problema. Se halló que  no crece la demanda de ese servicio y  la mayoría de los que se dedican a él  son gente de la tercera edad o cercana a ella, los hay que tienen 90 años.

Además  carecen de seguridad social y realizan otras tareas para completar sus ingresos, los cuales van de $600 a $1,000 semanales.

El regidor Felipe Duarte Ramírez, quien investiga sobre el panorama laboral de esas personas, dijo hay trovadores que además de ese oficio son profesores, contadores públicos, artesanos, abogados, mecánicos y armadores de ropa.

Hay otros más que son dueños de algún pequeño negocio, dan clases de guitarra en sus casas o son parte de alguna orquesta.

Todos los trovadores están afiliados a tres sindicatos de ramo ubicados en Mérida y uno más en Progreso.

Los gremios de esta capital llevan los nombres de Armando Manzanero (son unos 35 socios), Pepe Domínguez (32) y Guty Cárdenas (31). En total, se calcula que sólo quedan 150 personas en esa actividad.

El sondeo mostró que el 50% de los trovadores tiene de 70 a 90 años de edad, y otro 40% está en el rango de 40 a 60 años.

Seis de cada diez dijo que realiza otra actividad además de tocar y cantar en un trío. El resto sólo se dedica a la trova.

Esas personas no tienen ingresos económicos fijos, varía cada semana de acuerdo con la demanda de serenatas y otras actuaciones en cumpleaños, aniversarios y otras fiestas familiares. La mitad de ellos dijo que obtienen de $600 a $1,000 semanales, otro 25% alcanza de $1,100 a $1,500, y 22.5% logran $500 o menos. Sólo uno de los entrevistados dijo que gana de $1,600 a $2,000 a la semana.

 Parte de los  tríos no limita su trabajo a los contratos que pueden obtener en Plaza Grande, donde se congregan cada noche, sin importar que haya frió, calor o lluvia. Cuatro de cada diez trabaja en eventos privados o bien en cantinas, bares y restaurantes.



El 57% de esos artistas carece de seguridad social, y muchos de los que gozan de esa protección la obtuvieron porque sus hijos u otros familiares los inscribieron al IMSS.

El tiempo que ellos llevan  en el oficio es variable. La cuarta parte de los encuestados dijo que lleva de 41 a 50 años dedicados a la trova.

martes, 24 de diciembre de 2013

ADVERTENCIA: LOS ROCKEROS SE UNEN.


Con el nombre de Guitar Evolution surge un nuevo grupo de rock progresivo.

Hace mes y medio cinco jóvenes músicos decidieron ampliar sus trayectorias particulares y probar un proyecto juntos bajo la amplia bandera del rock. Eligieron el nombre de Guitar Evolution y enfilaron hacia la senda del género progresivo, aquel que tiene antecedentes en The Beatles,  Pink Floyd , Rush y otros más.

Por ahora este grupo de ejecutantes son una cover band, sólo interpreta piezas de otros artistas aunque en ellas aportan a cada versión una ejecución particular. Más adelante esperan tener una producción propia.

En este conjunto participa Sol Castillo Solís, quien lleva 12 años creciendo en el conocimiento de la guitarra y tiene una escuela en el fraccionamiento Cámara de Comercio (cerca del Instituto Cumbres) para la enseñanza de ese instrumento en sus versiones acústica y eléctrica.

“Yo nací en el Distrito Federal, pero desde los cuatro años de edad me trajeron a Mérida”, indicó Castillo, quien hace aproximadamente un año regresó de Estados Unidos, donde estuvo un tiempo trabajando con una banda que actuaba en bares donde se reúnen aficionados al rock.

Otro integrante de la banda es Alexis Castillo Várguez (“Alexo”), un buen ejecutante de la guitarra eléctrica que acompaña a cantantes en sus actuaciones en los teatros Peón Contreras y Daniel Ayala, es parte del dueto Sophy & Alexo (saxofón y guitarra) y ha intervenido en otros proyectos en donde su habilidad con las cuerdas es requerida.

También contribuyen al espectáculo Jesús Gálvez Duarte (bajista, empleado de hotel y amante de los gatos), Mario González Ortega (baterista, egresado de la Anáhuac Mayab y quien ha realizado trabajos con Alexis Castillo)  y  Gabriel Rivas (guitarra).

Este nuevo grupo rockero ya se presentó en varios escenarios y sonará fuerte en otras presentaciones durante 2014.
( En este link pueden escuchar algo de Alexis Castillo:
http://www.youtube.com/watch?v=Ra6UUR2VHfA

domingo, 22 de diciembre de 2013

“SON DEL SUR” REVIVE A LA MÚSICA FOLKLÓRICA.


Este nuevo grupo musical busca difundir ese género musical. 

La cantidad de personas de otras partes del país que fijaron su residencia en Mérida se refleja también en el arte y las actividades culturales, en las cuales vemos con frecuencia a creadores del interior de la República ofreciendo sus proyectos y enriqueciendo el ambiente local.
Son del Sur, en su reciente actuación en el Parque
Ecológico del Poniente. 
 
En la música tenemos un ejemplo de ello con el grupo Son del Sur, un conjunto que se propuso difundir la música folklórica de México y de Hispanoamérica en general. Y uno de los públicos a los que quiere llegar son los jóvenes, esa nueva generación que no conoce bien ese tipo de melodías que en el pasado tenía muchos seguidores entre la población juvenil y que se caracteriza por utilizar instrumentos y líneas musicales que provienen de la época prehispánica.

La canción de protesta era parte de ese género interpretativo y generaba fraternales simpatías porque era parte de la lucha popular contra las dictaduras en Sudamérica, en particular Chile. Fue en esos años en que surgieron Víctor Jara, Violeta Parra el grupo Inti Illimani y el conjunto Quilapayún, entre otros.

Los integrantes de Son del Sur.
En México uno de los ensambles musicales más exitosos en ese ramo fue el de Los Folkloristas, cuyos discos de vinil se agotaban al llegar a los aparadores.

Ahora en Yucatán puede escucharse de nuevo esas melodías en conciertos gracias a unos cuantos grupos locales que van surgiendo en ese campo. En ese caso está Son del Sur, formado en su mayoría por jóvenes provenientes de otras partes de la República pero radicados aquí hace ya muchos años.  

Dos de ellos son los hermanos Alan y Gibrán Romahn Olivares, procedentes del Distrito Federal pero que son más yucatecos que el frijol con puerco y la cochinita pibil pues llevan 20 años en esta tierra.

Este conjunto es fruto de la fusión de otros grupos
musicales locales.
Ese conjunto se creó apenas hace diez meses. Su impulsor es Gibrán, quien convocó a los otros integrantes cuando se topaba con ellos en cualquier lado.

-Un día estaba caminando por la Plaza Grande y escuché a un violinista (José Luis Aguilar Molina) y a un charanguista (David Figueroa Esquivel) interpretando música latinoamericana, y me gustó cómo lo hacían con esos dos instrumentos –relató Gibrán–. Entonces los invité a formar parte del grupo y ellos aceptaron.

Los otros integrantes son Rosario Pérez Durán (cantante y percusiones menores), Charo Nieto (cantante, violonchelo y bombo legüero), Christian Morales Venegas (bajo y zampoña), Alan Romahn Olivares (guitarra y percusiones) y  Gibrán (quena, guitarra y cuatro venezolano, zampoña y flauta de carrizo).

Parte de los integrantes de Son del Sur provienen del interior
del país, pero ya son residentes locales.
Parte de los ejecutantes provienen de otros  grupos, como Báaxal Paax, Huitlacoche y El Eco de Jannod.

El grupo no interpreta sólo las típicas melodías del folklor latinoamericano, también las mezcla en ocasiones con elementos de rock, reggae, jazz y música sinfónica, lo cual les da un sello distintivo.

La más reciente presentación del grupo fue el sábado pasado, en el Parque Ecológico del Poniente, dentro del programa del Encuentro Multicultural Manos Libres.

-Ya hemos actuado en el festival La Noche Blanca, en la Casa de la Cultura del Mayab y en escuelas públicas y privadas –señaló Gibrán, quien es licenciado en economía y ha tocado música de trova yucateca.

Todavía no tienen segura la fecha y el lugar de su próxima presentación, de modo que no podemos informar dónde y cuándo podremos escucharlos de nuevo. Pero elogiamos que Son del Sur nos traiga ese género musical y esperamos que su proyecto tenga éxito y larga vida.

jueves, 19 de diciembre de 2013

FLUS BOOX, LOS SUBLEVADOS DEL BLUES.


Esa banda musical formada hace dos años busca más seguidores para ese género estadounidense.

En Mérida no hay un gran público para el blues porque se carecía de grupos locales que lo interpretaran y, sobre todo, lo hicieran con calidad. Pero eso está cambiando gracias a conjuntos que ahora lo incluyen en sus repertorios e incluso se enfocan sólo a ese ritmo típico estadounidense.
La banda musical, en su presentación dentro del programa
de Fusiones Sonoras, en la Casa de la Cultura del Mayab.

Ese es el caso de Flus Boox, un equipo de cuatro músicos rebeldes que desde hace dos años se reunieron con el propósito de difundir el blues en todo rincón donde les abran las puertas. Los insurrectos permanentes de esa banda son Mauricio Zoreda Rivas (guitarra, y cantante), Omar Castro (batería), Sergio Gómez (guitarra principal) e Iván Martínez (bajo).

Es común que entre el público haya confusión en cuanto al número de integrantes de ese conjunto porque este tiene por costumbre invitar en sus espectáculos a otros músicos y cantantes.
Omar Castro (batería) y Mauricio Zoreda (guitarra y voz).
Así lo vimos a mediados de este año en una de sus presentaciones y también el pasado miércoles 18 de este diciembre cuando actuó en la Casa de la Cultura del Mayab dentro del programa de actividades de Fusiones Sonoras, un evento de tres días de duración durante los cuales desfilaron varios grupos que interpretan géneros variados.

El bajista Iván Martínez, veterano de la música, es integrante
también del Grupo Censurado.
En esa ocasión se agregaron a la pandilla musical Carlos Bojórquez (con la armónica) y Pedro Carlos Herrera (piano), a quienes correspondió salir airosos en la improvisación que demandaron varias piezas del compendio ofrecido esa noche.

Otra característica de Flus Boox es la diferencia de edades de sus integrantes. El mayor de ellos es el bajista Iván Martínez, un veterano de la música, tiene unos 35 años en el oficio, es integrante del Grupo Censurado, creado en los inicios de los años 80. Los más jóvenes son Omar Castro y Mauricio Zoreda, quienes no habían nacido o eran niños cuando Iván Martinez subió por primer vez al escenario.

Carlos Bojórquez (invitado para tocar la armónica) y
  Sergio Gómez (guitarra principal).
Esa diferencia no impide el acoplamiento entre ellos, se entienden bien al momento de conducir el convoy del blues por los variados caminos que pueden tomar las piezas según el estilo de quien los interpreta. Hoy día si se desea escuchar en vivo “Sweet Home Chicago”, “Hideaway” y otras melodías más de esa corriente musical entonces una buena alternativa es averiguar donde se presenta Flus Boox y acudir a escucharlos.

domingo, 8 de diciembre de 2013

EN LA INTIMIDAD CON MARÍA SAN FELIPE.


La compositora e intérprete ofreció un repertorio especial durante La Noche Blanca.

La joven artista, en su presentación en Mejorada.
El sábado pasado la cantante y compositora yucateca María San Felipe dio a su público el trato cercano que sólo se ofrece a los amigos y familiares. En forma imaginaria le abrió las puertas de su casa, lo invitó a pasar y compartir una velada hogareña en la que ella interpretó piezas que no incluye en sus presentaciones regulares porque están destinadas a su círculo íntimo.

María San Felipe ofreció un repertorio con ritmos variados.
Lo anterior ocurrió durante la presentación de la joven artista en el parque de Mejorada, durante su participación en La Noche Blanca. En su repertorio ella sólo incluyó composiciones suyas, y parte de ellas son las que canta en reuniones con amigos y familiares. Ese trato cercano que dio a los asistentes en esa ocasión fue más profundo debido a las anécdotas personales que ella relató al exponer cómo realizó esas canciones, las motivaciones que tuvo para ello y las circunstancias en las que eso ocurrió.

La artista reveló que no le gusta componer canciones que
hablan de desamor.
Así supimos que ella rehúsa componer melodías que hablan del desamor. Y también nos enteramos que parte de sus composiciones son fruto de sus convicciones sociales. En este caso está una pieza que elaboró rápidamente con motivo del día internacional de la no violencia contra la mujer.  
El repertorio incluyó la jocosa canción “La Oficina” que ella compuso a raíz de que durante un tiempo laboró e una oficina gubernamental y observó los hábitos y ritos típicos que caracterizan a un gran sector de la burocracia oficial. Esa pieza describe ese mundillo en el que los ciudadanos, los usuarios de los servicios públicos, son lo que menos cuenta.

Un numeroso público aplaudió a la artista yucateca.
Acorde con los tiempos modernos, María San Felipe tiene una canción que habla sobre los peligros que representan las redes sociales de internet contra la intimidad de las personas. En esa pieza relata en forma humorística el caso, muy común, de personas que se enteran por medio de Facebook de las infidelidades de sus parejas.

María Díaz Mena, que es el nombre verdadero de la artista, también interpretó esa noche una canción que ella hizo a su hijo y que, dijo, le sorprendió que haya más papás que mamás que se identifiquen con el mensaje que ella expone ahí.
Los músicos del grupo Vintage que dirige Alejandro Borges
dieron un sólido apoyo al concierto de María San Felipe.
 
Era de esperarse que el repertorio incluyera temas amorosos, entre ellos estuvieron “Nueva ave”, “Niña” y “Contigo”. El público le pidió dos temas extra cuando ella finalizó su actuación.

En esta presentación María San Felipe estuvo acompañada del grupo musical Vintage que dirige Alejandro Borges, quien es bajista, arreglista, compositor y productor musical. En esa ocasión estuvo en los teclados Miguel Balam, en la guitarra, Miguel May; en la batería, Fredy Manrique, y en la flauta, coros y percusiones, Gabriel Cárdenas.

domingo, 1 de diciembre de 2013

RITMOS QUE NO MUEREN.


Una trilogía musical evoca los años del
rock and roll.

Los Golden Years y Ruy Medina (de saco blanco).
 
Hace 50 años terminaba en México la época del Chacha-chá y se escuchaban nuevos ritmos de grandes bandas influenciadas por las corrientes estadounidenses y el surgimiento de corrientes melódica en esa nación que se proyectaban hacia el territorio nacional.

Fue en esos tiempos que surgió en Yucatán un conjunto musical que tomó ese movimiento, lo adaptó exitosamente al gusto local y lo combinó con otras melodías románticas o bailables que los meridanos de ese entonces sintonizaban en sus radios de amplitud modulada. Ese grupo se denominó Los Aragón, sus éxitos llevaron ese nombre por el país e incluso a otras naciones.

El saxofonista de ese conjunto era Ruy Medina, un joven tizimileño que disolvió una orquesta que él tenía en esa ciudad para responder a un encuentro fortuito que le permitió incorporarse a Los Aragón, con quienes se topó en Mérida en una ocasión que vino a esta capital para reparar su saxofón.

En esa época del nacimiento del rock and roll también surgieron otros conjuntos musicales que si bien no alcanzaron la trayectoria nacional y mundial de Los Aragón tuvieron gran popularidad local. Uno de esos grupos fue Los Golden Years, el cual también tenía amplio repertorio de melodías para complacer tanto a los que gustaban de las piezas románticas como a quienes deseaban agitarse con los bailes de moda en ese entonces.

Este domingo 1 de diciembre cientos de meridanos rebosaron el teatro Daniel Ayala –los asientos estuvieron peleados- para recordar esos tiempos y ver unidos a Los Golden Years con Ruy Medina interpretando parte de las canciones que eran santo y seña de Los Aragón. Fue una trilogía musical que arrancó aplausos e hizo que el público se moviera en sus asientos siguiendo las notas de los ocho artistas en escena.

La cereza del pastel fue la intervención del conocido locutor Mario Chacón Medina, especialista en el rock and roll, conductor del programa Copetes, Ballerinas  y Crinolinas y quien el mes pasado recibió un homenaje por sus 30 años en el micrófono. Gran parte del público que estuvo el domingo en el teatro Daniel Ayala es radioescucha fiel de don Mario.

En ese espectáculo se escucharon melodías que interpretaban en aquel entonces Angélica María, Alberto Vázquez, César, Costa y Jhonny Laboriel, entre otros. También piezas que identificaban a Los Aragón, como “Macarena mambo”, “La Sospechita”, “La Vaca Vieja” y la romántica “Podía haber bailado contigo toda la noche” así como la versión en Chacha-chá de “Polvo de estrellas”.

Ruy Medina relató anécdotas inéditas de su trabajo con Los Aragón e interpretó composiciones suyas para ese grupo, como “Cuello de tortuga”, y otras más en las que luce su talento saxofonista. A petición del público los artistas ofrecieron “El Cable”, ese número bailable que se vendió tanto que fue premiado con el Disco de Oro y el Disco de Platino.

Pero el mejor trofeo que puede recibir una melodía o los músicos que la interpretan es permanecer en la memoria del público. Y esto se corroboró en esa presentación que nos ofrecieron Los Golden Years, grupo que revivió hace varios años cuando sus integrantes volvieron a reunirse y, haciendo a un lado arrugas, canas y kilos, tomaron el escenario para encontrarse con su público fiel.    

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martes, 26 de noviembre de 2013

LA DANZA ES MI VIDA.


Joven bailarín se abre paso de la calle hacia los escenarios teatrales.

“La danza es mi vida, quiero dedicarme a ella”. Esta frase contundente la pronuncia un joven que recién cumplió 18 años y dejó los estudios para perseguir su sueño.

Su nombre es Anthony Chan Kú, es vecino del fraccionamiento Las Aguilas y su afición al baile surgió desde que él era pequeño.

Anthony, después de su presentación en
el Gran Museo del Mundo Maya.
El género de danza elegida por este  surgió en la calle, en los barrios pobres y rudos de Nueva York. Es el Hip Hop,  un ritmo que inicialmente sólo  agitaba los cuerpos de afroamericanos e hispanoamericanos con movimientos nerviosos y giros circenses según la preferencia del danzante, pero ahora está extendido por el mundo. Incluso llega a poblaciones rurales de Yucatán que antaño eran dominio exclusivo de la jarana.

El pasado domingo 24 Anthony exhibió el nivel que ya alcanza en los terrenos raperos. Se presentó  junto con bailarines de otros géneros en el espectáculo Tango Fusión que presentó la compañía Dramatango en el Museo del Mundo Maya.
En esa ocasión el reto para todos los participantes fue ejecutar el tipo de baile que dominan pero combinándolo con el tango. Anthony libró sin dificultad el desafío, al público le gustó esa actuación.

“Soy autodidacta, desde pequeño me gusta este baile”, dice Anthony, con quien hablamos después de esa función.

Anthony en la Plaza Grande, con su amigo
vietnamita My Nguyen.
(Foto del Diario de Yucatán)

 “A los 13 años de edad ya hacía presentaciones en público, incluso ya me presenté en Playa del Carmen”, agrega.

Revela que actualmente da clases en la escuela Técnicas del Arte, y en próximos días actuará en Oxkutzcab, lugar donde después dará un curso sobre el Hip Hop. Entre sus planes también figuran irse un año a la ciudad de México, para lo cual aprovechará que un conocido suyo le ofreció una beca en un gimnasio de la colonia Condesa que también da clases de baile. Además pretende elaborar unos vídeos sobre ese baile callejero que ya lo atrapó.

“Quiero dedicarme por completo a esto, es lo que me gusta”, subraya.
"Aquí no se baila", dijo el policía a los dos
jóvenes, pero el asunto no pasó a más porque
la gente salió en defensa de ellos. (foto
tomada del Diario de Yucatán)

No hay duda de que ama el baile. Hace unos meses un agente de la Policía de Mérida lo reprendió al sorprenderlo ejecutando pasos de Hip Hop en la Plaza Grande.  En esa ocasión Anthony estaba acompañado de un amigo extranjero originario de Vietnam: My  Nguyen, quien también es rapero y bailó en ese lugar.

La gente disfrutó esa exhibición espontánea de ambos jóvenes y los defendió contra el regaño policíaco, de modo que el asunto no pasó a más.
Anthony sigue danzando, busca concretar su aspiración.

( En este link del Diario de Yucatán pueden ver bailar a Anthony:
http://yucatan.com.mx/multimedia/diariotv/muestra-su-habilidad-en-el-hip-hop   )

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿BREACKDANCE CON TANGO?


La compañía Dramatango presentó aplaudida fusión de varios ritmos con el tango. 

Parte de los ejecutantes de esas singulares coreografías.
 
Varias escuelas de danza y bailarines de procedencia diversa unieron su entusiasmo y capacidades artísticas para presentar la noche del domingo pasado un singular espectáculo que anudó bajo la majestad del tango ritmos venidos de lugares y tiempos diferentes.

Hip hop, belly dance, baile flamenco, breackdance, bachata y danza clásica alinearon sus formas y colores para formar un ramillete
tejido por una audaz coreografía de  la compañía Dramatango que dirige Elsy Méndez.

Tango Fusión fue el atinado nombre de ese espectáculo presentado en el Gran Museo del Mundo Maya.
En este encadenamiento de ritmos y técnicas participaron cuatro academias de baile: Liber Danza, Milne, Contempo y Sundara, así como el Ballet Joven de Mérida.
También se presentaron el bailarín de hip hop, Anthony Chan Kú, y otro muchacho  más que forma parte del grupo de Bboys meridanos aficionados al breackdance. Además se presentó Sihan Charruf, bailarina de flamenco.

Cada grupo, solista o pareja ejecutó la danza que domina pero adaptando esta a elementos clásicos del tango, para lo cual usaron música con adaptaciones a ese género.
De esta forma el público –adultos, jóvenes y niños– disfrutó, por un lado, ejecuciones ortodoxas de ese baile surgido en la región del Río de la Plata y extendido a Buenos Aires y Montevideo y, por el otro, de fusiones que resultaron bien logradas.

En el primer caso los amantes del tango puro observaron expectantes cual repertorio de pasos típicos elegían las parejas tangueras y cómo los ejecutaban.
Las miradas estaban atentas a las caminatas largas, los cambios de dirección, los ganchos con respuesta, los pasos con sacada y boleo, las salidas con adornos o con barrida y otras combinaciones más. Y en cada fase confirmando que el varón guiaba a su pareja con las señales de hombro mientras que ella lo seguía añadiendo sensualidad y atrevimiento.

En el caso de las mezclas dancísticas hubo belleza en unas ejecuciones y sorpresa en otras, y todas muy aplaudidas. Los artistas participantes lograron encadenar ritmos y técnicas al eslabón principal del tango.

Así pudimos ver, por ejemplo, arabesques del ballet clásico junto con el abrazo milonguero, o bien el alegre, coqueto movimiento de cadera que caracteriza a la bachata conviviendo con las demostraciones melancólicas que abundan en los tangos.

A falta de programas de mano –eterna falla de la Sedeculta– el maestro y coreógrafo  Raúl Ramos, de la academia Liber Danza, hizo al principio del espectáculo una rápida presentación del mismo y de los participantes.

 Fue un repertorio bien logrado, el público lo disfrutó y aplaudió. Hubiera sido un acto de justicia que los asistente pudieran identificar y diferenciar bien a cada uno de los artistas y academias que lograron ese éxito.

sábado, 23 de noviembre de 2013

TRES OCTAVAS POR CUATRO.


Juvenil grupo de flauta emprende difícil misión.

Conforme crece el número de intérpretes música clásica en Yucatán van surgiendo pequeños grupos camarales que a su vez amplían la oferta de posibilidades de disfrutar en esta tierra una mayor variedad de producciones artísticas.

El cuarteto Kantulo'on en su actuación en el teatro
Armando Manzanero.
Ese es el caso de un cuarteto de flautas surgido apenas en marzo pasado, compuesto por igual número de integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil y que, acorde con el orgullo de pertenecer a esta zona de la civilización maya, adoptó un nombre en esa lengua:  Kantulo’on  (Somos Cuatro Flautas).

Ese grupo no llega todavía ni a las diez presentaciones en público, pero su empeño por hacerse presente lo irá colocando en la memoria de la población, siempre que persevere en el esfuerzo y no se desintegre. Esto último no es deseable debido al propósito que tienen esos músicos de acercar la música clásica a la población, en este caso a los repertorios de flauta. Y su método para lograrlo es combinar en sus presentaciones canciones populares contemporáneas y piezas de los grandes clásicos.

De izquierda a derecha: Larixa Pino, Adriana Briceño,
Gabriela Sánchez y Manuel Canché. 
Siguiendo la antigua tendencia histórica  de que la flauta fuera un instrumento femenino Kantulo’on está formada por un varón, Manuel Canché Chan, y tres mujeres, una de ellas cubana: Gabriela Sánchez Chan, directora del grupo; Adriana Briceño, estudiante,  y Larixa Pino, profesora antillana de música.

Gabriela es egresada de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) y  profesora Centro de Iniciación Musical Infantil; Adriana cursa sus estudios en ese mismo plantel, y Larixa es egresada del Conservatorio Superior de Holguín, Cuba, y profesora del ESAY. Por su parte, Manuel proviene del Centro de Música José Jacinto Cuevas (Cemus).

Adriana Briceño y Larixa Pino.
Uno de los retos que tiene este grupo de ejecutantes de flauta travesera es realizar arreglos musicales  para conseguir varios registros utilizando todos un mismo instrumento, y, por consiguiente, limitados a un mismo rango de tesitura.

“En un cuarteto de cuerdas no hay ese problema porque cada instrumento tiene sus propios registros agudos o graves, pero en este caso es el mismo registro multiplicado cuatro veces”, indicó Gabriela Chan. “Tenemos que acomodar toda la armonía de tal forma que cada flauta se escuche diferente a pesar de que tienen el mismo timbre y sonoridad”.

Gabriela Sánchez Chan, directora del grupo, 
Este cuarteto ya hizo presentaciones en el Patronato Pro Historia Peninsular de Yucatán (Prohispen), en el Festival de la Primavera, en la premiación del concurso juvenil en canto maya y en el reciente Festival Internacional de la Cultura Maya. Su última actuación fue el viernes pasado, en la sala de arte del teatro Armando Manzanero. Ese día su actuación coincidió con un concierto de rock juvenil en la sala principal y que tuvo mucho mayor afluencia, al grado que se formó larga fila de gente esperando entrar a ese espectáculo, que empezó a la misma hora. Esto ocasionó confusiones pues hubo quien deseaba escuchar el concierto de flauta se formó en esa “cola”, y cuando ingresó al recinto se topó con que no era lo que buscaba.

Larixa, Adriana y Gabriela.
Lo anterior restó público y ocasionó retrasos en los asistentes a la presentación del cuarteto de flauta, el cual esa noche presentó a dos autores clásicos. Primero ejecutó una pieza de Friedrich Kuhlau, compositor germano-danés de los períodos clásico y romántico y quien introdujo a las audiencias muchas de las obras de Beethoven. Kuhlau dejó más de 200 obras en muchos géneros pero las más grabadas e interpretadas son sus sonatinas para piano y sus numerosos trabajos para flauta.

El siguiente número fue una pieza de Giulio Briccialdi, flautista y compositor italiano quien, además inventó la llave de pulgar bemol para la flauta travesera usada actualmente en los conciertos. Debido a su virtuosismo Briccialdi es considerado el  “Paganini de la flauta". Lamentablemente el desconocimiento que tiene gran parte del público sobre esos autores hizo que parte de la gente se retirara del teatro, incluso cometieron una falta de respeto a los músicos al levantarse cuando estos actuaban, no durante los intermedios.

Otra imagen de la actuación del cuarteo de flautas.
En la segunda parte del programa los flautistas interpretaron conocidos melodías modernas, entre ellas Flor de Azahar, compuesta por Santiago Manzanero, padre del famoso compositor Armando Manzanero. Y de este último presentaron Contigo Aprendí. Otra más fue el conocido bolero Sabor a mí, de Alvaro Carrillo. El programa fue un agradable soplo clásico y popular que esperamos se repita con mayor éxito en su audiencia. 

 

 

jueves, 21 de noviembre de 2013

INGENIERO, MÚSICO Y EXPLORADOR.


 

Siempre hay sorpresas en el trabajo de Alberto Palomo Torres.

 
¿Qué hace un ingeniero en electrónica con maestría en mecatrónica cuando se planta frente a una orquesta? La escucha. Excepto que se trate del yucateco Alberto Palomo Torres, que en ese caso dirigirá a los músicos. Y probablemente las piezas que interpreten estos sean de la autoría de aquel. Además cabe la posibilidad de que las composiciones que ejecute esa orquesta sea para acompañar una película, cortometrajes o animaciones.

Lo anterior describe la vida profesional de Alberto Palomo, quien hace tiempo determinó que lo suyo es dejar la ingeniería y hacer carrera musical, en particular en el  jazz,  donde es más conocido por el trabajo realizado en ese campo, el cual es su eterna inclinación (Fundó la Big Band Jazz y el grupo Jazz Tunkul, esto último para que no haya dudas de la sangre maya que lleva en las venas este ingeniero y músico).

Parte de la formación musical de Palomo Torres se dio en Francia, donde también realizó presentaciones profesionales. También ha actuado en España y Cuba así como en el Distrito Federal y varias entidades federativas del país. Ha trabajado con Armando Manzanero y con Chucho Ferrer, entre otros grandes músicos.

Ha grabado discos de jazz y música popular, y participado como instrumentista y arreglista para producciones de danza contemporánea.
En internet (You Tube) ensayó un proyecto didáctico musical para niños, además realiza cortometrajes y animaciones, y desde 2012 explora el camino de la composición y creación de música para cine. Todavía está muy lejos de que esto último lo lleve a Hollywood, pero resultan interesantes sus propuestas al respecto. Ya musicalizó una película mexicana muda, de los años 30.

El pasado martes 19 el público local tuvo oportunidad nuevamente de conocer esta fase de su trabajo y juzgarla. En esa fecha Alberto presentó en el teatro Daniel Ayala su proyecto “Cuentos Mayas Animados”, que consiste en proyectar en una pantalla animaciones usando la técnica de silueta, mientras una orquesta en vivo acompaña  los pasajes y acentúa los momentos de drama, suspenso y otras emociones más que transcurren en esas narraciones. En esa ocasión esos cuentos y leyendas vernáculas fueron contados en lengua maya, de modo que en la pantalla también aparece la traducción respectiva.

La la falta de programas de mano de ese espectáculo impidieron saber si los jóvenes músicos que dirigió Palomo Torres son del ESAY o de otra institución. En ese trabajo tuvo el apoyo de Adriana Otero y se basó en cuentos de Domingo Dzul Poot.

Alberto Palomo tiene dos licenciaturas, la de ingeniería en electrónica, que cursó en el Instituto Tecnológico de Mérida, y la de músico, en la Escuela Superior de Artes de Yucatán. En materia musical desde niño sintió esa inclinación, fue autodidacta hasta los 12 años de edad, cuando empezó sus estudios en varias escuelas del ramo, los cuales continuó más adelante después de obtener su primer título universitario.

 En Francia y México amplió sus conocimientos de dirección, compositor y arreglista así como en piano, batería, contrabajo, guitarra clásica y violín. 

Actualmente combina sus trabajos con orquestas y grupos de jazz con la docencia en la ESAY y la exploración de nuevos proyectos.

(En este link se puede ver un ejemplo del trabajo que presentó el artista el martes pasado: http://www.youtube.com/watch?v=eufAek5pkzY&list=UUplg8cNBFagG6F9dLB-4CgA&index=2 )