El
Ballet Folklórico del Estado comenzó con aplausos la celebración de sus 45 años
de fundado.
Las
vistosas y alegres expresiones de la danza y música tradicionales de Veracruz
fueron elegidas por el Ballet Folklórico “Alfredo Cortés Aguilar” para iniciar
los festejos de casi medio siglo de fundación, en los que, gracias a su
calidad, consiguió llevar su nombre a distintos puntos del país y del extranjero.
Esa
celebración comenzó ayer sábado por la noche en el teatro Armando Manzanero,
donde reunió a 24 ex integrantes de esa agrupación para ofrecer el espectáculo
“Marea nocturna”, una composición de coreografías de hora y media de duración
que incluyeron danzones y una pieza de fandango –acompañado de tambor y cajón
español- para mostrar la simbiosis e influencia del baile español en las
tradiciones autóctonas.
Esa
presentación incluyó la participación de la Banda de Música del Estado, una
estrategia atinada porque su actuación elevó la positiva impresión que se llevó
el público, el cual ocupó todos los asientos.
Para
esta primera actuación de aniversario –la segunda será este domingo, con estampas
jaliscienses– el actual director de esa
compañía, Raúl Castillo Alfaro, reunió a 24 bailarines que en distintas épocas
formaron parte de su elenco.
Parte de ellos ya son abuelos, de modo que sus
ejecuciones no tienen el brío poderoso de los danzantes jóvenes, algo que
caracteriza a las ejecuciones jarochas.
Sin
embargo tienen la ventaja de la experiencia, el conocimiento de la técnica y el
equilibrio de movimiento . Este cuerpo de baile mostró en general que conserva
el ritmo, la habilidad del paso, el sentido coreográfico grupal, el faldeo
correcto y la forma como se ejecutan el zapateo de un huapango veracruzano y la
elegancia de un sensual danzón.
El
espectáculo, antecedido por una ceremonia conmemorativa, comenzó con una
representación del mar veracruzano: con sus trajes de abundante organza blanca, giros y elevación de los olanes, las
danzantes semejaron las espumosas olas rompiendo en la playa.
Ese fue el punto
de partida para seguir después con “La Bruja”, una de las más bellas y clásicas
danzas veracruzanas, y después continuar con el resto del repertorio que
incluyó melodías de Agustín Lara y el famosísimo danzón Nereidas.
En
el acto oficial conmemorativo se recordó que si bien esa agrupación dancística
lleva el nombre de su primer coreógrafo y fundador, se recordó que el
nacimiento de ese proyecto también se debe a Luis Pérez Sabido, quien asistió a
esa presentación.
Hay
que decir que este espectáculo fue también un encuentro en el escenario de
antiguos compañeros de baile. Congregar a esos antiguos ejecutantes, dispersos por
ocupaciones y profesiones distintas y ponerlos de nuevo a ensayar fue otro
logro de los organizadores. A estos bailarines se les vio radiantes en las
tablas, el alma les rebosó con el color y la emotividad que proporcionan las
danzas mexicanas bien ejecutadas. (Mérida Cultura).