sábado, 28 de septiembre de 2013

ALSURDANZA

Lenguaje dancístico
consolidado en 26
años de trabajo.

El miércoles pasado  la compañía de danza contemporánea Alsurdanza celebró los 26 años de su fundación y lo hizo de la forma en que sabe hacerlo: bailando. Estrenó  un espectáculo creado especialmente para esa ocasión e invitó para ello a un coreógrafo externo que evaluó la solidez de los integrantes de ese grupo fundado por Graciella Torres Polanco.

Estos artistas presentaron “Natura”, un trabajo de Alonso Alarcón Mujica con música de Katalina Araneda. La idea de estos dos creadores fue plantear al cuerpo humano “como un territorio de símbolos y experiencias”. Ese proyecto dancístico fue expuesto en el teatro José Peón Contreras, el cual se llenó hasta casi en su totalidad.

Alsurdanza se fundó en 1987, fue de los grupos pioneros de ese estilo en esta región del país. Actualmente es dirigido por Milton Acereto, conocido bailarín procedente de una familia que tiene un lugar sobresaliente en la danza local.
 

En el currículum de esa compañía se indica que desde su fundación se caracteriza por el trabajo constante y la preparación de sus integrantes en  diferentes técnicas, lo cual le permitieron llevar a escena obras de coreógrafos de alto nivel y estar presente en festivales nacionales e internacionales. Además esa labor le adjudicó premios y apoyos oficiales para desarrollar proyectos específicos así como co-producciones y un trabajo con maestros invitados. Todo ello, se agrega, confirmar el profesionalismo y calidad artística de ese conjunto artístico.

Se informa también que su desarrollo profesional, su lenguaje y su estilo se consolidaron gracias a su presencia en festivales del país y el extranjero que lo pusieron en el escaparate de la danza contemporánea de México.

Entre los escenarios en los que se le ha visto están el Festival Internacional de Danza de San Luis Potosí y los encuentros Internacional de Cultura del Caribe,  Binacional de Danza Contemporánea de Mexicali, Metropolitano de Danza y  Contemporáneo de Monterrey. Además los festivales de Danza Contemporánea del Golfo, Internacional de Coreógrafos de San José Costa Rica, Avant Garde el Internacional Cervantino.

jueves, 26 de septiembre de 2013

ARTE EN EL BAILE AUTÓCTONO

  1. Cinco coreógrafos, un sólo escenario.
  2. Lucido espectáculo de danza. 

 
Don Raúl Castillo Alfaro y los 29 bailarines a los que dirige en el Ballet Folklórico de Yucatán pueden sentirse satisfechos por el espectáculo de danzas autóctonas que presentaron este jueves por la noche en el teatro José Peón Contreras y que parte del público premió aplaudiendo de pie ese trabajo.

El director de ese grupo profesional tuvo el tino de asegurarse el éxito en esa función dejando en manos de coreógrafos invitados parte del montaje de los 16 números y declamaciones  que integraron el programa de esa velada. En esa amistosa competencia se pudo apreciar la pericia de estos en estructurar cada pieza y mover a los danzantes en atractivas composiciones.

En esa habilidad para enlazar movimientos generando estructuras encadenas a la música, los coreógrafos se dieron la libertad de cambiar moldes y al mismo tiempo fusionar elementos aparentemente disímbolos pero que finalmente formaron un todo atractivo y armonioso, similar al colorido de los trajes regionales que se movieron llenando el escenario de una festiva luminosidad.

Para esta ocasión el ballet, que lleva el nombre de Alfredo Cortés Aguilar, eligió para exhibirse  estampas de Yucatán (cuatro bailables), Campeche (tres), Tabasco (cinco), Chiapas (cuatro) y Guerrero (uno), en ese orden.
 
Todos los números son ampliamente dominados por los integrantes de ese experimentado conjunto dancístico, de modo que el reto para sus integrantes no estuvo ahí sino en cumplir las composiciones escénicas elaboradas por cada  coreógrafo. 
 
En el caso de los bailes autóctonos yucatecos se utilizaron coreografías diseñadas por el fallecido maestro Cortés Aguilar, lo que permitió al público recordar la habilidad de este en ese oficio.

Usando de base una misma pieza los danzantes aplicaron pasos y movimientos que generalmente vemos acompañados de otros ritmos. Ejemplo de esto es El Torito, un número musical que no se tocó y sin embargo se ejecutaron las figuras para típicas de ese cuadro para representar el duelo entre torero y enemigo.

Los cuadros de Campeche quedaron en manos del coreógrafo Isaac Villegas, quien ofreció el danzonete La Kananga, las surtes María del Carmen y un popurrí de la fiesta del palmar: La campechanita, El pichito amoroso, Aires regionales, La guaranducha y Vámonos a Campeche.

Los zapateos en el edén tabasqueño los dirigió Enrique Heredia. El sonido de la marimba y los tamborileros avisaron al público que seguía el turno a los números de esa zona donde hay más agua que tierra.
 
El programa de mano explica que los cinco bailes presentados tienen su origen en las seguidillas andaluzas, de donde derivó el fandango y que en Tabasco es llamado fandanguillo y dio origen a la variedad de zapateos en esas danzas. En esta estampa se interpretaron Blancas mariposas, El marañón, Flor de maíz, El caballito y El tigre.

La responsabilidad de mostrar al Chiapas mestizo fue asignada al maestro Héctor Alias, quien eligió una declamación (“Yo soy de Chiapas”) y tres bailes para cumplir con creces la encomienda. 
 
 La religión, el tradicionalismo, el dolor y la alegría del pueblo que creció bañado por el Usumacinta, el Grijalva y el Suchiate fueron expuestos en dos danzas: El llorón y Ecos del Grijalva, y además con un conjunto de cinco sones: Rascapetate, El bolonchón, El gallito, La tonalteca, Los parachicos y Las chiapanecas.

El maestro Wilfrido Pool, coreógrafo a cargo de la tierra caliente de Guerrero, consideró que bastó una danza para exponer el folklor de esa tierra cuyo pueblo pasa desgracias en estos días. Eligió la jocosa danza de La tortolita.

Varias intervenciones del Coro de Cámara de Yucatán, que dirige Jonathan Rentería, permitió a los bailarines tener tiempo para cambiar de vestuario y regresar a escena.

Integran el grupo femenino de ese cuerpo de baile Lourdes Braga, Zazil Pech, Luz Gómez, Erika Pasos, Genny May, Martha Franco, Sol Tzuc, Flora Febles, Liliana Martínez, Perla Dorta, Astrid Tzuc, Paula Aguilar, Nelsy Kú, Sayil Torres, Clara Carballo y Daniela Jacobo.

En el conjunto de varones están Joaquín Guzmán, Eduardo Vera, Roberto Canul, Wilfrido Pool, Martín Martínez, Emilio Vázquez, Manuel Farfán, David Valle, Luis Burgos, William Pech, Luis González, Juan Moreno y Juan Polanco.
 
La idea original y la dirección artística del espectáculo estuvo a cargo de Raúl Castillo Alfaro. El diseño de la iluminación estuvo en manos de la maestra Graciella Torres. 
 

lunes, 23 de septiembre de 2013

ACUARELA MEXICANA


Un desafío de dos tipos de danza diferentes.  

El pasado domingo 22 la Compañía de Danza Clásica de Yucatán expuso al juicio del público un trabajo en que combinó la danza clásica con los bailes autóctonos del país. Fue un reto sobresaliente porque el grupo debía cumplir con las características de cada género al tiempo que realizaba una fina mezcla que resaltara lo mejor de cada campo sin menospreciar ni exaltar uno de ellos a costa del otro.

En los diez números que incorporó al programa de esa noche los ejecutantes debieron exhibir la potestad que tienen sobre la ejecución precisa y refinada del ballet clásico, en particular en los saltos y la extensión de estos. Al mismo tiempo estaban obligados a transmitir la gracia jubilosa y festiva de los bailes tradicionales pero prescindiendo del zapateo y otros pasos típicos que los identifican así como los vistosos atuendos que caracterizan a las regiones autóctonas de la nación.


El programa incorporó diez mexicanísimos números así como dos interpretaciones a cargo de un cantante y una pelea de gallos. Esta conjunción de danzas y estampas llevó por nombre “Acuarela Mexicana” y se presentó a partir de las ocho de la noche en el teatro José Peón Contreras, cuyo publico incluyó al director de la Secretaría de la Cultura y las Artes, Raúl Vela Sosa, quien acudió a ver el espectáculo acompañado de invitados suyos.

Parte de la música utilizada en las coreografías es el repertorio infaltable en cualquier manifestación melódica de la mexicanidad: Mi ciudad, Son de la negra, Huapango y Jarabe tapatío, las cuales dieron nombre a los números presentados. El resto del programa lo integraron Alazanas, Machetes, Gota a gota, La bruja, El viajero y A Yucatán. Las piezas cantadas fueron El sinaloense y Cuando sale la Luna.

 
El programa de mano reveló que a estas alturas la Compañía de Danza Clásica de Yucatán carece de director, tiene dos encargados interinos: Juan González y Emmanuel Gutiérrez, este último elaboró la coreografía del espectáculo ya mencionado.
La maestra Graciella Torres Polanco se encargó de la puesta en escena y la iluminación (pasó apuros para coordinarse con el personal detrás del escenario), y Adrián Cerda diseñó el vestuario.

Con ellos colaboraron el cantante José Alberto Moguel, y Ricardo Cerón  Torres, propietario del rancho La Guadalupana, el cual proporcionó a los gallos de pelea.

Integraron el cuerpo de baile Lisset Ruiz (solista en uno de los números y parte del grupo en otros más), Tatiana Arcila, Laura Manzanilla, Mónica Arceo, Martha Acebo, Paulina Gordillo y Montserrat Castellanos. También Emmanuel Gutiérrez, Lester Díaz, Miguel Hevia, César Pérez, Adrián Leyva y Marvel Miranda.   
 

SINGULAR UNIÓN DE MÚSICA Y LITERATURA

María Teresa Mezquita Méndez y Russell Montañez.

Russell Montañez y Teté Mezquita en interesante
espectáculo.
 
Entusiasta buscador de cosas nuevas el maestro Russell Montañez Coronado dirigió ahora la nave de la Orquesta de Cámara de Mérida hacia un proyecto literario-musical que atracó suavemente en una playa donde los textos de Neruda, Rosario Sansores, Nicolás Guillén y otros autores hispanoamericanos más fueron bañados por el pentagrama de músicos igual de importantes, entre ellos Blas Galindo y Silvestre Revueltas.
Vista del espectáculo presentado en el Olimpo.
 
Con el nombre de “Entre Letras y Notas” los integrantes de ese conjunto orquestal unieron el sonido de sus cuerdas a la voz de la periodista, catedrática y escritora María Teresa Mézquita Méndez, en un espectáculo ofrecido la noche del sábado 22 en el Centro Cultural Olimpo, en el marco del Mes de la Patria. Esa presentación es parte de la Segunda Temporada Olimpo Cultura que realiza el Ayuntamiento.
Russell Montañez, en una de las cinco piezas ejecutadas.
El programa consistió en cinco números musicales antecedidos por la lectura de poemas y otros textos literario. Lo primero corrió por cuenta de la orquesta dirigida por Montañez Coronado, y lo segundo fue tarea de Teté Mézquita, a quien ya vimos realizar con igual éxito tareas semejantes. 

En una de las ejecuciones participaron cuatro jóvenes del Ensamble de Percusiones  de Mérida, una nueva agrupación artística que nace a instancias del director de orquesta ya mencionado y bajo la coordinación artística de Tanya Estrada.

La maestra Mezquita Méndez, en la lectura de poesías y otros
textos literarios.
La plataforma musical de ese espectáculo estuvo formada por  Poema de Neruda”,  del compositor Blas Galindo, quien se inspiró en uno de los trabajos del escritor chileno. Por ello, la pieza busca replicar la sonoridad envuelta en el poema. La segunda pieza fue un sentimental vals titulado “El sueño que pasa”, cuyo autor es Amíllcar  Cetina Gutiérrez pero que esta vez fue adaptada por Russell Montañez a fin de resaltar elementos de la melodía mediante un solista: el violín de Mauricio Velázquez Ávila. La partitura original es para piano.
El nuevo Ensamble de Percusiones de Mérida debutó en
ese espectáculo literario musical.

El programa siguió con un danzón: “Melancolía”, escrito por Arturo Fonseca Miguel, quien lo elaboró especialmente para ser interpretado por conjuntos de cuerdas. A continuación vino la danza mestiza “Huitzilopochtli”, cuyo autor es Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, profesor de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. El último número fue “Sensemayá”, de Silvestre Revueltas, quien con esa obra musicalizó el poema del mismo nombre hecho por Nicolás Guillén. Se explicó que la versión interpretada por la orquesta es un arreglo elaborado por Russell Montañez y Yukiku Nishimura.
Debido a que en esa pieza se recurre mucho a las percusiones, esta parte de la tarea quedó en manos de la nueva agrupación juvenil ya citada.
Parte de los integrantes de la Orquesta de Cámara de Mérida

Los poemas y textos leído por la maestra Mézquita Méndez son, en ese orden, Poema No. 15, de Pablo Neruda; Mi casa VII, de Fernando Espejo;, Filosofía, Cansancio y un fragmento de Diez años de juventud, de Rosario Sansores;  Carta a Huitzilopochtli, de Juan Luis de Pablo Enríquez Rohen, y, finalmente,  Sensemayá, de Nicolás Guillén.
Al final del espectáculo el Director de Cultura, Irving Berlín,
acudió a felicitar a los músicos y su director.
Esa última poesía del literato, periodista y activista político cubano causó singular emoción en una persona del público que, al parecer, es originaria de la isla antillana. Al terminar los aplausos que premiaron la actuación de los artistas, ella se puso de pie para agradecer la lectura de Sensemayá, pues “refleja el dolor de Cuba”.
Un lunar en ese espectáculo fue el programa de mano. Fue muy pequeño y mal elaborado, no distinguió bien entre los repertorios literario y musical. 
 

sábado, 14 de septiembre de 2013

EL CUERPO HECHO POESÍA

La bailarina Tatiana Zugazagoitia presenta su último proyecto: "Arbolada".
 
Tatiana Zugazagoitia es una estupenda bailarina que también domina elementos del teatro. Siempre es un placer verla desplazándose por el escenario creando poesía con el cuerpo, transmitiendo sensaciones y sorprendiendo con sus montajes experimentales en los que involucra a escritores, músicos y artistas plásticos.

 Ejemplo de lo anterior es su último trabajo denominado “Arbolada”, un espectáculo dancístico unipersonal pero multidisciplinario porque utiliza frases del poeta Aurelio Asiain y música de Manuel Estrella. Para reforzar el dramatismo en varios pasajes de esa obra se apoyó en una oportuna iluminación y los vídeos de Luis Ramírez.

 “Arbolada” forma parte del amplio programa de la Temporada 2 Olimpo que realiza la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida.
 
El nombre completo de esta artista es largo: Tatiana Alicia Zugazagoitia Alexander-Katz. Igual de extenso es su historial, tiene experiencia de 25 años en las tablas. El talento le viene en parte de su madre, la conocida actriz Susana Alexander, quien inculcó a su hija la pasión por el escenario desde que esta tenía ocho años de edad.
 

 El programa de mano de “Arbolada” indica que en este espectáculo el árbol es la imagen central. Es símbolo de refugio, estabilidad y fragilidad así como de lo efímero y lo cíclico. La presentación consta de varios cuadros con ritmos distintos en los que se expresan diversos estados de ánimo y que permiten apreciar el dominio que Tatiana tiene sobre su cuerpo y la técnica dancística.

Los movimientos, los textos, las luces y las imágenes pretenden mostrar la reflexión de una persona sobre los árboles, los cuales le ayudan a dar sentido a su vida o bien la consuelan o le causan molestias. La dirección y coreografía de este trabajo es de la propia Tatiana, quien, en su presentación del sábado 14 se mostró sorprendida por el número de asistentes al espectáculo ya que ese día llovió hasta el anochecer. Externó su deseo de que aumente ese apoyo del público a los artistas.
 
En este proyecto también colaboraron con ella Manuel Araiza, quien se encargó de la iluminación; Cecilia Alvarado, quien diseñó el árbol (es una interesante escultura con ruedas), y Mónica Aranda, quien elaboró el vestuario, así como Mina Bárcenas (diseño gráfico), Eduardo Cervantes y Milton Films (registros de fotografía y vídeo).

“Arbolada” se presenta todos los sábados de este mes de septiembre en el auditorio del Centro Cultural Olimpo, a las ocho de la noche.
Todavía quedan dos funciones más.
El boleto de adulto cuesta $50 y el de estudiantes y personas mayores con credencial del Inapam, $25.

martes, 10 de septiembre de 2013

LOS BAILES DE SALÓN NO MURIERON.


Están vivos y cobran mayor auge.

    El martes por la noche se realizó en el parque de Santiago la semifinal del concurso de bailes de salón “Baila Mérida” que organiza el Ayuntamiento con el fin de preservar las danzas populares urbanas y ofrecer el espacio que buscan quienes gustan del difícil pero sabroso arte de desplazarse  por la pista en una  coreografía de pareja que tiene buena parte de improvisación y otra de movimientos clásicos en ese rubro.
    Esa competencia de selección de parejas para la etapa final de ese evento se efectuó ante un buen público formado por personas de la localidad y turistas que desafiaron el tiempo lluvioso que predominó durante el día y parte de la noche. Participaron parejas en las modalidades de amateur y profesionales, en este último caso compitieron profesores de baile y otras personas con trayectoria dancística o que dominan ampliamente ese género. Fue fácil distinguir a los dos grupos: en el ramo amateur se inscribieron personas mayores que acudieron con la vestimenta dominguera, y en el profesional intervinieron jóvenes ataviados con vistosos trajes elaborados para espectáculos.
 
 El repertorio oficial de la competencia abarca danzón, salsa, paso doble, cumbia, bachata, tango y cha-cha (una derivación del Cha-cha-chá). Integraron el jurado profesionales de la danza y directores de academias locales del ramo.
  

    El certamen de Santiago permitió seleccionar a las parejas que intervendrán en la gran final  de ese evento, el domingo 6 de octubre en la Plaza Grande. En el puerto de Progreso habrá otra semifinal, el próximo día 28 de este mes. Esta es la novena ocasión que se realiza esa actividad, la cual es parte de la Segunda Temporada Olimpo 2013 que realiza la Dirección de Cultura de la Comuna. Además es uno de los proyectos beneficiados con el Fondo Municipal para las Artes Escénicas y la Música 2013.
 
   Ese concurso surgió en 2002. Su creador y director es el maestro David Lizarraga Zozaya, quien afirma que en los últimos años resurgieron los bailes de salón. Los practican gente mayor cuya juventud transcurrió en medio de esos ritmos y también hacen lo mismo los jóvenes de estos tiempos que reconocen que esas danzas requieren habilidades especiales y  son divertidas.
   “La gente  pregunta por este concurso, incluso lo espera para participar en él”, dijo David Lizarraga. “Los jóvenes habla de ello en redes sociales”.
    Otro aspecto que resaltó el profesional es que “Mérida Baila” es el único concurso de su tipo en Mérida y todo el sureste del país. En la primera edición de esa competencia asistieron unas 100 personas.
     En esta novena edición los premios para los ganadores serán, en la rama de profesionales, cheques de $15,000 (primer lugar), $10,00 (segundo) y $5,000 (tercero); y en la de los montos serán de $7,500, $5,000 y $2,500. Además habrá estímulos adicionales a los mejores intérpretes masculino y femenino de la categoría profesional, y a la pareja más carismática en el segmento amateur.