martes, 9 de mayo de 2017

Dos cubanos lo crearon, y dos cubanas la trajeron


Exitoso montaje de popular zarzuela cubana

Ayer lunes por la noche la Escuela Superior de Artes de Yucatán hizo vibrar al público meridano con una estupenda  puesta en escena de María de la O, una de las zarzuelas más populares creadas en Cuba, salida de las inolvidables partituras de Ernesto Lecuona y la pluma de Gustavo Sánchez Galarraga,  poeta y dramaturgo, letrista de varias piezas de este género escénico.

Esta obra del llamado género chico es considerada la más popular y de mayor presentación en la isla, con un éxito que la acompaña desde que fue estrenada hace casi 90 años, en 1930. Algunas  arias fueron interpretadas por los tenores Luciano Pavarotti y Plácido Domingo.

 El éxito del montaje es más fruto del esfuerzo y entusiasmo de sus impulsores y participantes que de los recursos económicos disponibles para una producción de esas dimensiones. 

En primer plano vemos a parte de los personajes principales
Hábilmente se conservó la exquisita riqueza musical imaginada por su autor, se resolvió atinadamente el reto de simplificar la complejidad artística de esta zarzuela y se transmitió al público el color de la vida antillana de aquella época y el dramático lirismo de esta historia de amor. 

La Fiesta de la Caridad, la Ronda de los enamorados, las romanzas y el Gran dúo estuvieron bien logrados en esta combinación de música y teatro  que hoy día es poco presentada en los escenarios locales. 


Debido a lo anterior, los asistentes fueron justos al premiar con aplausos de pie este espectáculo ágil, interesante y emotivo que no dio pie a pausas ni momentos de aburrimiento ni permitió que decayera el interés de los espectadores.

Quizá por esas limitaciones, o la intención de acortar el espectáculo y darle mayor agilidad, esta obra no se presentó en dos actos, como fue concebida sino que las escenas se siguieron una tras otra.

Dos coros se unieron en esta presentación.
El elenco de voces cumplió a satisfacción su tarea de exponer el drama de esta historia que se desarrolla en la isla, a fines del  período colonial. 

A  su vez, la orquesta juvenil que acompañó a los cantantes se alineó para formar el necesario marco que hiciera lucir a los intérpretes y al mismo tiempo llenar el espacio con romanticismo, suspenso y fatalismo establecidos en el pentagrama plenamente habanero de Lecuona. 


Este sainete lírico, previsto lamentablemente para una sola función en el Teatro Peón Contreras, nos habla de un triángulo amoroso con desenlace trágico que se teje en medio del humor y fiesta antillanos, aderezados con dichos agudos o picantes.

Dos cubanos crearon esta zarzuela y dos cubanas la trajeron a la Mérida actual. Una de ellas es la pianista  María Elena Mendiola Orozco, directora de la Orquesta Sinfónica “Gustavo Río Escalante”, agrupación musical perteneciente a la ESAY, donde ella es profesora desde 2014.

Mendiola Orozco fue directora de las orquestas sinfónicas cubanas, incluyendo la Sinfónica Nacional de ese país, con la cual realizó estrenos mundiales. Posee varios galardones, entre ellos las medallas “Por la cultura nacional” y la del 50 Aniversario de la Orquesta Sinfónica Nacional. Desde 2014 es profesora de dirección orquestal en la ESAY.

La maestra Casals se unió al elenco.
La otra responsable  de esta grata sorpresa es la maestra Concepción Casals Araiza, cantante que representó a Cuba en el Concurso Internacional de Canto “Stanislaw Moniuszko”, en Polonia. 
En la ciudad de Holguín ella fue solista en el Teatro Lírico “Rodrigo Prats”, el  principal baluarte cubano del canto lírico surgido fuera de la Habana. 
A partir de 1994 ella asumió la dirección general de la compañía teatral de ese recinto y dio nuevo impulso al arte y la cultura de Holguín, donde entre otras cosas, se  presentaron famosas óperas, operetas y zarzuelas, entre ellas María de la O. A partir de 2015 la maestra Casals se mudó a Mérida para impartir canto y conjuntos corales en la ESAY.

Las dos profesoras coordinaron el trabajo de los 120 artistas que participaron en este espectáculo y a los cuales podemos dividir en tres grupos: los estudiantes que integran la Orquesta Sinfónica “Gustavo Río Escalante”, el acompañamiento coral integrado por el Coro de la ESAY y  el Coro Filarmónico de Yucatán, y los intérpretes a cargo de los papeles estelares.

La soprano Julia Arcudia y el tenor Christtian Ibarra
Esos últimos  son la soprano Julia Arcudia (en el papel de María de  la O), la cual realiza una rápida carrera en este medio artístico pues apenas en 2011 comenzó sus estudios y los fortaleció en 2014 en clases magistrales bajo la tutela de distintos cantantes y profesores. 
Ella Ha realizado distintas presentaciones y participado en festivales. Es una joven bella, con dominio escénico y voz que exhibe frutos del entrenamiento y estudio.

El tenor Christian Ibarra (Fernando de Alcázar), originario de Puebla, graduado en la Escuela Nacional de Música y pulido en clases magistrales con seis profesores y músicos, entre ellos Juan Carlos Lomónaco,  director de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, institución musical con la cual ha participado en cinco ocasiones como solista o coreuta.  

Él es un cantante experimentado, con potente volumen,  se ha presentado en concierto y óperas en distintas partes del país, actualmente radica en Mérida, donde está terminando una licenciatura en Artes Musicales y es profesor de canto en el Seminario Teológico Presbiteriano San Pablo.

Christian Ibarra y la soprano Mariana Farfán
La soprano Mariana Farfán (Niña Tula), es integrante del Taller de Zarzuela de la ESAY, desde 2012 es parte del Coro Filarmónico de Yucatán  y ha participado en conciertos de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.  

El barítono Mario Ituriel (José Inocente), es veracruzano, cantante y compositor egresado de la Licenciatura en Artes Musicales de la ESAY. En el medio teatral yucateco es conocido por sus composiciones y arreglos musicales para obras de este género.

El barítono Mario Ituriel
El público meridano adivinó que esta puesta en escena con acceso gratuito sería manjar que pocas veces puede disfrutarse y casi llenó el teatro a pesar de que la presentación fue en lunes, día que todo el medio artístico rechaza en sus calendarios porque es difícil lograr que la gente acuda en inicio de semana. 
Esa presencia y la prolongada ovación sirvió para felicitar a la Escuela Superior de Artes de Yucatán por este lucido trabajo.  (Mérida Cultura) 


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