domingo, 27 de diciembre de 2015

Desafió dancístico




Un grupo local presentó conocida obra de ballet clásico.


En un esfuerzo que se disfruta y aplaude la Compañía de Danza Clásica de Yucatán concluyó este domingo 27 las presentaciones de la versión que elaboró de la obra Carmen Suite, un clásico del  ballet que está por cumplir 50 años desde que fue estrenado en Rusia, en el legendario teatro Bolshoi, en 1967.

Con tantos años de vida, este drama que primero fue novela, después ópera y posteriormente ballet, ha sido representado por grandes figuras de la danza, en montajes de compañías que rosan las alturas estelares y en escenarios considerados santuarios mundiales de este arte. 

Por ello es un  desafío para cualquiera que intente presentarla con estilo propio, sin violar la esencia de la obra original y logrando al menos una puesta en escena decorosa.

Para lograr lo anterior se requiere un director ecuánime  y un elenco  con cierto nivel técnico. Ambas cosas se vieron en el teatro “José Peón Contreras” este fin de semana, cuando se ofrecieron las dos últimas funciones de ese ballet.

Este montaje del conjunto yucateco se ajustó a la versión original creada por el bailarín y coreógrafo cubano Alberto Alonso a petición de la estrella rusa Maya Plisétskaya, quien fue la primera intérprete de Carmen, la temperamental gitana en torno de la cual gira la tragedia pasional de esta historia. 

El desarrollo coreográfico, la escenografía y el vestuario de la versión yucateca respetaron el esquema convencional de esta obra, las variaciones estuvieron en la ejecución dancística.

El desenvolvimiento de cada intérprete llegó hasta lo que da su capacidad profesional, no les pidieron proezas imperiales sino ejecuciones limpias que se consiguen con mucho ensayo. Junto con habilidad de movimientos se esperaba de ellos destreza expresiva, emocionar al público, proyectar sentimientos.


El elenco tuvo buen desempeño, dejó constancia de que esa compañía tiene bailarinas y bailarines  que cumplen con los recursos que exigen estos retos.  Esta obra fue bien bailada, el público aplaudió ejecuciones individuales, los pas de deux e interpretaciones grupales.

El argumento de esta representación se resume así: una mujer bella y de espíritu libre, opuesta al orden establecido, es condenada a la cárcel por el Corregidor, quien está enamorada de ella pero es despreciado por esta. 
Un joven sargento recibe la encomienda de conducirla a la celda, pero también es seducido y la pone en libertad con la esperanza de vivir juntos. 
Pero la rebelde gitana, haciendo caso omiso  a un funesto presagio de cartas, se fija en un famoso torero. 
En esa encrucijada, mientras ella decide a quien entrega el corazón, el sargento la mata.

La  historia tiene lugar en España, el ruedo simboliza el escenario de la vida, y los espectadores de la corrida representan a la sociedad que mira lo que  ocurre en ella.

El cuerpo de baile estuvo integrado por Lisset Ruiz y Montserrat Castellanos, quienes intercambiaron papeles e interpretaron tanto a Carmen como al Toro; Mayvel Miranda (don José, el sargento), Emmanuel Gutiérrez (torero) y Miguel Evia (Capitán Zúñiga, Corregidor). 

Las gitanas fueron  representadas por Tatiana Arcila, Laura Manzanilla, Martha Acebo y Paulina Gordillo. 

En el papel de gitanos estuvieron  Adrián Leyva (también fue repositor de la obra), Alejandro Izquierdo, Abraham Marrero, Pablo Mata, César  Pérez, Omar Flota y  Eder Villalobos.

En los créditos aparecen Juan González (director), Graciella Torres (puesta en escena), Erika Torres (vestuario), Juan López (realizador del vestuario), Manuel Encalada (escenografía) y Fernando Rojo (técnico adjunto).


Al igual que otras ocasiones en que hemos asistido al teatro “Peón Contreras”, observamos nuevamente que no se permite al público elegir el lugar desde el cual quiere ver la función. También vemos que se apartan asientos privilegiados para invitados que no se presentan.

Lo  anterior es parte del pedante, autoritario orden establecido contra el cual se rebelan personas como Carmen, la protagonista de esta obra.  (Mérida Cultura).

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