jueves, 17 de diciembre de 2015

Cenzontle yucateco en Rusia




Desafió el invierno y la rigidez rusa para lograr su meta.


En 2010 una joven yucateca dejó la candente laja tropical de Yucatán y se instaló en los largos  inviernos de San Petersburgo, la antigua capital del imperio soviético que sólo goza de sol durante dos meses al año.

A ella no le importaba que afuera de los edificios la nieve cubriera todo. Permanecía casi todo el tiempo encerrada, aprendiendo febrilmente la lengua rusa, la escritura cirílica y canto. Tenía doce meses de plazo para avanzar en esos conocimientos, de lo contrario regresaría a su tierra.

Han pasado seis años desde entonces. Esa cantante es la soprano Arlette Sierra, la cual acaba de graduarse en el conservatorio de San Petersburgo, una vieja, prestigiosa institución que cada año atrae a 1,400 estudiantes de todo el mundo que aprueban el rigurosa examen de admisión de esa universidad.

Ese conservatorio es tan grande y tiene tal actividad que en sus seis salas de presentaciones hay funciones diarias.

De esa imponente ciudad, la segunda más grande de la antigua federación soviética, y de su prestigiosa escuela de artes egresaron Tchaikovski, Prokófiev, Shostakóvich y Balanchine. Hoy día se mantiene como  importante productora de talentos mundiales.

En esas elegantes salas, vigilada por venerados maestros, la joven yucateca desarrolló sus cualidades musicales, los cuales descubrió desde los nueve años de edad, cuando empezó a tomar clases de canto en  Mérida.

El inicio de su aventura.


Arlette llegó a territorio ruso por consejo de la soprano venezolana María Eugenia Guerrero Rada, su profesora en  el Centro de Música “José Jacinto Cuevas”,  colegio donde formó parte del Taller de Ópera de Yucatán. Sus primeros conocimientos del idioma  ruso los recibió de Nadezda Goluveba, violonchelista de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.

Con esta preparación y su experiencia en distintas presentaciones,  entre ellas las óperas “Madama Butterfly” y “La Traviatta”  montadas en Mérida, la joven superó, para ser aceptada en San Petersburgo, el escrutinio de la mezzosoprano Irina Bogacheva, decana de canto del conservatorio y una de las grandes artistas de la desintegrada unión soviética.

Desde entonces  esa voz yucateca ha sido escuchada en la Sala Glasunov,  el Museo Roerich, el consulado de Bélgica y otros recintos más de esa zona de Asia. En 2014  la soprano yucateca ganó el Concurso Internacional de romanzas Sviridov y Gavrilin, su intervención fue calificada como la mejor interpretación de una obra de Gavrilin.

Este jueves 17 a las 8 de  la noche la población yucateca podrá escucharla en un concierto que ella ofrecerá en acompañada por la pianista española Paula García, quien también está estudiando en Rusia. Ese espectáculo se denomina “Armonía rusa en  el  Mayab”, bautizado así por la amistad entre las dos jóvenes.

Ese concierto se repetirá los días 19 y 21 de este mes, los boletos cuestan $50 y $25.

El programa de ese espectáculo se compone de obras de Rachmaninov, compositor preferido de Arlette y con el que se identifica por la pasión de sus romanzas. También ofrecerá canciones mexicanas y piezas de la trova tradicional de Yucatán.

En esas presentaciones que hará la joven soprano, ya titulada en  la Licenciatura de Cantante Solista, podrá apreciarse el resultado de esa aventura de lanzarse seis años a una tierra lejana para conseguir un sueño. (Mérida Cultura).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario