sábado, 19 de septiembre de 2015

Lo yerto transformado en danza




Encantadora obra para adultos y niños.


En 2011 la compañía Tumàka´t Danza Contemporánea debutó en los escenarios con un  proyecto dirigido a los niños para hechizarlos con el lenguaje artístico del cuerpo humano, mostrarles que esa forma de arte es divertida e interesante.

A cuatro años de distancia, esa compañía integrada por artistas de México, Belice, Venezuela y Panamá trae de nuevo su proyecto “Tubos”, una obra atractiva no sólo para adultos sino también para el público infantil. 
En ella se combinan baile, música, actuación y títeres. Con  esto, este grupo dancístico contribuye a crear nuevos públicos para esa rama de las bellas artes.

Esto lo pudimos constatar en una de las presentaciones al aire libre de ese proyecto, donde buen número de infantes acompañados de sus padres disfrutó la función. En esa ocasión Tumàka´t generó una amena convivencia familiar en torno a la danza.

“Tubos” es una creación de Vania Durán, la directora de este grupo, beliceña de nacimiento pero radicada actualmente en esta parte de México. En este proyecto, la artista utiliza un elemento común de la basura industrial, tubos de cartón. Les da un mejor destino incluso que el reciclaje, lo convierte en elemento de arte. Los bailarines usan estas largas piezas de desecho para ejercicios rítmicos y coreográficos que exponen el maravilloso potencial de la creatividad.

Ese papel, prensado para convertirlo en rígidos cilindros que sirven de base para materiales y productos dirigidos al mercado consumista, se convierten en manos de los bailarines en alegres y ágiles elementos interpretativos. Su destino ya no es la basura sino el arte. El material de desecho sale del anonimato, ya no pasa inadvertido, ahora se sublimina, llega a las alturas artísticas antes de su muerte.

Alrededor de ellos, o con ellos, los danzantes mueven sus cuerpos suaves, flexibles, ondulantes. Entonces el espacio se llena con armoniosa conjunción  de lo elástico y maleable con lo engarrotado, sólido, yerto y áspero. 

Al final de la función los tubos se unen para cobrar  vida, forman  una figura humana, es un bailarín almidonado pero alegre, la danza los ha transformado.

Hay una etapa de la obra que los niños disfrutan más. Ocurre cuando los tres danzantes en escena usan los tubos para formar un  barco y después en  una  balsa con náufragos que caen al mar. Esto fomenta en ellos la imaginación.

El ritmo de esta presentación es ágil pero no estridente, la coreografía utiliza bien el reducido espacio del que dispone y se muestra al público un elemento que existe en la escena pero que es poco utilizado: el silencio. 

El espectador está acostumbrado a que siempre haya sonidos, música o ruido, pero hay que decirles que estos tienen su parte contraria.  Por ello la obra comienza sólo con movimientos,  después se le incorporan la guitarra, el acordeón, la armónica y un eufonio así como sonajas, rascabuche, claves y efectos sonoros. Esto último está a cargo de dos músicos que participan en ella.

“Tubo” fue presentado en varios parques de la ciudad y en el Centro Cultural Olimpo dentro de la temporada septiembre-diciembre de la Dirección de Cultural del Ayuntamiento.

Los bailarines participantes son:

Manuel Fajardo, nacido en Caracas, Venezuela, en 1979. 
Inició sus estudios en danza contemporánea como intérprete en la Fundación-Escuela, Danza de Caracas, bajo la dirección de Yuri Cavalieri. Fue bailarín en la compañía Taller de Danza de Caracas, en el Ballet Teatro Teresa Carreño y en  varias compañías independientes de ese país.

Verónica Santiago, también venezolana, nacida en Caracas, en 1983. Realizó estudios en la Escuela de Danza Piso rojo, la  compañía de danza de la Universidad Central de Venezuela y en Ludanza,  todas ellas en la capital de Venezuela.


Melisabel Correa, nació en Panamá en 1983. Comenzó sus estudios en la Escuela Nacional de Danzas, posteriormente obtuvo el título de Terapista Física con Postgrado en Neurorehabilitación Pediátrica y la Licenciatura en Danza con especialidad en Ballet Clásico.

Uno de los músicos es Amaury León, nació en Mérida, Yucatán, en 1986. Es graduado de la Escuela Superior de Artes Yucatán, fue  operador de audio en  empresas de doblaje en la ciudad de México, sus trabajos se han presentado en galerías locales así como en otras regiones del país y el extranjero. Fue profesor de música y compositor para el Ballet folklórico del Estado de Yucatán y en la compañía Al Sur Danza. Es Miembro activo  de la Banda Sinfónica Juvenil Del Estado.


No logramos conseguir el nombre y datos del otro músico.  (Mérida Cultura).

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