Un concierto contribuye a difundir el repertorio guitarrístico nacional.
El zacatecano Manuel M. Ponce, fundador del
nacionalismo musical mexicano, tiene muchas bellas obras para guitarra que
resultan difícil de rechazar al momento de preparar un repertorio para
concierto.
Parte del público que asiste a presentaciones
guitarrísticas aprecia que parte de ellas figuren en ese tipo de programas porque le permite disfrutar de ese instrumento y
además le facilita evaluar la calidad técnica e interpretativa del ejecutante.
Eso ocurrió el pasado jueves 25 por la noche
en el teatro Daniel Ayala, donde se presentó
el guitarrista Gerardo Álvarez Fonseca con un concierto denominado
“Guitarras de Otoño”. Este artista abrió ese espectáculo con el conocido
Ischerzino mexicano, una pieza frágil y poderosa a la vez, de colores poéticos
y muy sentimental. Aunque originalmente fue compuesta para piano, tiene el
romanticismo típico de la guitarra mexicana, incluso en este aspecto algunos de
sus acordes recuerdan pasajes de Estrellita, otra pieza nacional muy tocada en ese
instrumento.
Álvarez Fonseca ejecutó el Izcherzino con el sentimiento
y el color que distinguen a esa melodía, la cual se reconoce además por
recurrir a los armónicos artificiales como solución práctica a una parte de la
pieza que en piano es sencillo de ejecutar pero que es complicado hacerlo en el
instrumento de cuerda.
La otra obra del zacatecano escuchada esa noche fue el Preludio
en Mi Mayor, una de los más de 20 piezas de ese género realizadas por Manuel M.
Ponce.
Otra pieza en el repertorio fue
Lauriana, del Julio Cesar Oliva, quien ha hecho importantes aportaciones a la
guitarra clásica de México. También se ofreció Aires de Son, una obra en tres
movimientos del defeño Gerardo Tamez, integrante del desaparecido grupo Los
Folkloristas y quien dejó extensa obra guitarrística.
Elogiamos que Gerardo Álvarez haya incluido en
su programa composiciones del país porque la guitarra mexicana debe difundirse más, no tiene mucho
tiempo de reconocimiento internacional en el campo de la música clásica a pesar
de la abundante obra que hay al respecto.
Es pobre la difusión que tiene la música para guitarra
elaborada por creadores mexicanos, esas piezas deben ser tocadas con más frecuencia
en las salas de concierto. Y el público debe asistir más a esas funciones para
conocer esas obras. En el espectáculo de anoche hubo escasa audiencia, entre ella
había extranjeros que, a diferencia de los meridanos, no se perdieron la
oportunidad de disfrutar gratis una presentación de calidad.
Gerardo Álvarez también toca el piano y el clarinete. Tiene
un grupo musical llamado Xtabay con el cual se ha presentado en varias partes
del país, una de sus actuaciones fue en el Festival Cervantino de Guanajuato.
(Mérida Cultura).
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