lunes, 9 de junio de 2014

La extraña música experimental



 

 

Guiado por premiado músico nacional el grupo Sequenza Sur ofreció un espectáculo de ese género contemporáneo.  


La próxima vez que Hollywood busque musicalizar su siguiente filme de misterio o suspenso podrá recurrir al ensamble Sequenza Sur y preguntar sobre el reciente trabajo realizado por este grupo de artistas extranjeros y mexicanos establecidos en Mérida.



De nueva cuenta este conjunto sorprendió al público ofreciendo un programa de música experimental contemporánea, aquella que mezclan ruidos (electroacústica) con sonidos de los instrumentos. Y estos últimos no son cualquier sonido, son en buena parte efectos sonoros que se mezclan con aquellos para generar melodías de extraña, singular sonoridad.


Al escuchar esa híbrida creación, nosotros le encontramos semejanza con la música  utilizada en escenas de cine y televisión donde el suspenso y el misterio necesitan ser resaltados con recursos acústicos.


En parte no estamos equivocados pues uno de los principales protagonistas de Sequenza Sur es el compositor mexicano Javier Álvarez Fuentes, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2013 y creador de numerosas obras, parte de ellas para cine. El resto son para coro, orquesta y ópera. Su trabajo ha sido ejecutado por grupos orquestaless de México, Estados Unidos y Francia.


La fortuna de tener a Javier Álvarez radicando en Mérida y la posibilidad de conocer su trabajo en forma cercana fue, seguramente, lo que llevó a muchos el pasado sábado 7 al Centro Cultural Olimpo, donde se presentó Sequenza Sur en un horario incómodo, a las seis de la tarde.


Los integrantes de este clan de sublevados de la música se turnaron en el escenario para sus presentaciones en grupo, pareja o solista,  con un repertorio de piezas experimentales que, insistimos, generó sorpresa por su condición de inesperado. Parte del escaso público se retiró a media función porque esperaban escuchar algún concierto de música clásica de cámara, un género que también se incluye en las presentaciones de ese ensamble.


Pero si bien resultó extraño,  ese programa no estuvo, como siempre,  ausente de talento pues este es un elemento que, junto con la audacia, caracteriza a los músicos de ese grupo que cumple diez años de fundado. Sus integrantes forman parte de la Orquesta Sinfónica de Yucatán y trabajan con jóvenes compositores locales para impulsar a estos.


Su cabecilla es el maestro Álvarez  Fuentes, considerado uno de los musicólogos mexicanos de mayor relevancia actualmente. Es creador de numerosas obras que combinan sonidos electroacústicos con los del piano e instrumentos de alientos y cuerdas. En términos de creación musical esto es reflejo de una característica de la sociedad actual:  la transición de la tecnología analógica a otra digital.



Álvarez Fuentes, quien fue director fundador del Departamento Musical de las Artes en la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), tuvo una aplaudida intervención en el concierto del sábado pasado. Se presentó como solista tocando las maracas. La mayor parte de esta pieza, denominada “Temazcal”, transcurre al ritmo de ruidos generados mediante acelerómetros, excitadores, vibradores, calibradores y otros dispositivos más usados en la electroacústica. Al final surge una melodía con alegría jarocha que empalma juguetonamente con las sonajas de la misma forma que lo hacen el mar y la arena.


“¡Carámba, primera vez que escucho un concierto de maracas!”, expresó uno de los asistentes que batió palmas y que no estaba enterado que “Temazcal” fue creada hace mucho tiempo.


Otro solista de esa noche fue el flautista Joaquín Melo, quien ofreció “Lluvia de toritos”, otra obra de Javier Álvarez. Por su parte Paolo Dorio (clarinete) y Francisco Monteverde (chelo) se presentaron en dueto. Otra actuación más fue el trío formado por Joaquín Melo, Irina Decheva (piano) y Javier Álvarez (saxofón). Las otras composiciones del programa son de los jóvenes creadores María Teresa Novelo y Elías Puc. (Mérida Cultura).

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