sábado, 23 de noviembre de 2013

TRES OCTAVAS POR CUATRO.


Juvenil grupo de flauta emprende difícil misión.

Conforme crece el número de intérpretes música clásica en Yucatán van surgiendo pequeños grupos camarales que a su vez amplían la oferta de posibilidades de disfrutar en esta tierra una mayor variedad de producciones artísticas.

El cuarteto Kantulo'on en su actuación en el teatro
Armando Manzanero.
Ese es el caso de un cuarteto de flautas surgido apenas en marzo pasado, compuesto por igual número de integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil y que, acorde con el orgullo de pertenecer a esta zona de la civilización maya, adoptó un nombre en esa lengua:  Kantulo’on  (Somos Cuatro Flautas).

Ese grupo no llega todavía ni a las diez presentaciones en público, pero su empeño por hacerse presente lo irá colocando en la memoria de la población, siempre que persevere en el esfuerzo y no se desintegre. Esto último no es deseable debido al propósito que tienen esos músicos de acercar la música clásica a la población, en este caso a los repertorios de flauta. Y su método para lograrlo es combinar en sus presentaciones canciones populares contemporáneas y piezas de los grandes clásicos.

De izquierda a derecha: Larixa Pino, Adriana Briceño,
Gabriela Sánchez y Manuel Canché. 
Siguiendo la antigua tendencia histórica  de que la flauta fuera un instrumento femenino Kantulo’on está formada por un varón, Manuel Canché Chan, y tres mujeres, una de ellas cubana: Gabriela Sánchez Chan, directora del grupo; Adriana Briceño, estudiante,  y Larixa Pino, profesora antillana de música.

Gabriela es egresada de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) y  profesora Centro de Iniciación Musical Infantil; Adriana cursa sus estudios en ese mismo plantel, y Larixa es egresada del Conservatorio Superior de Holguín, Cuba, y profesora del ESAY. Por su parte, Manuel proviene del Centro de Música José Jacinto Cuevas (Cemus).

Adriana Briceño y Larixa Pino.
Uno de los retos que tiene este grupo de ejecutantes de flauta travesera es realizar arreglos musicales  para conseguir varios registros utilizando todos un mismo instrumento, y, por consiguiente, limitados a un mismo rango de tesitura.

“En un cuarteto de cuerdas no hay ese problema porque cada instrumento tiene sus propios registros agudos o graves, pero en este caso es el mismo registro multiplicado cuatro veces”, indicó Gabriela Chan. “Tenemos que acomodar toda la armonía de tal forma que cada flauta se escuche diferente a pesar de que tienen el mismo timbre y sonoridad”.

Gabriela Sánchez Chan, directora del grupo, 
Este cuarteto ya hizo presentaciones en el Patronato Pro Historia Peninsular de Yucatán (Prohispen), en el Festival de la Primavera, en la premiación del concurso juvenil en canto maya y en el reciente Festival Internacional de la Cultura Maya. Su última actuación fue el viernes pasado, en la sala de arte del teatro Armando Manzanero. Ese día su actuación coincidió con un concierto de rock juvenil en la sala principal y que tuvo mucho mayor afluencia, al grado que se formó larga fila de gente esperando entrar a ese espectáculo, que empezó a la misma hora. Esto ocasionó confusiones pues hubo quien deseaba escuchar el concierto de flauta se formó en esa “cola”, y cuando ingresó al recinto se topó con que no era lo que buscaba.

Larixa, Adriana y Gabriela.
Lo anterior restó público y ocasionó retrasos en los asistentes a la presentación del cuarteto de flauta, el cual esa noche presentó a dos autores clásicos. Primero ejecutó una pieza de Friedrich Kuhlau, compositor germano-danés de los períodos clásico y romántico y quien introdujo a las audiencias muchas de las obras de Beethoven. Kuhlau dejó más de 200 obras en muchos géneros pero las más grabadas e interpretadas son sus sonatinas para piano y sus numerosos trabajos para flauta.

El siguiente número fue una pieza de Giulio Briccialdi, flautista y compositor italiano quien, además inventó la llave de pulgar bemol para la flauta travesera usada actualmente en los conciertos. Debido a su virtuosismo Briccialdi es considerado el  “Paganini de la flauta". Lamentablemente el desconocimiento que tiene gran parte del público sobre esos autores hizo que parte de la gente se retirara del teatro, incluso cometieron una falta de respeto a los músicos al levantarse cuando estos actuaban, no durante los intermedios.

Otra imagen de la actuación del cuarteo de flautas.
En la segunda parte del programa los flautistas interpretaron conocidos melodías modernas, entre ellas Flor de Azahar, compuesta por Santiago Manzanero, padre del famoso compositor Armando Manzanero. Y de este último presentaron Contigo Aprendí. Otra más fue el conocido bolero Sabor a mí, de Alvaro Carrillo. El programa fue un agradable soplo clásico y popular que esperamos se repita con mayor éxito en su audiencia. 

 

 

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